Cómo olvidar la canción del Zeppillín, entonces como olvidar su versión de las páginas amarillas. Valoro este spot por el factor pegajoso que tiene, la mezcla de la rima y de la inocencia de los títeres hace que te enganches con el comercial de una manera especial ya que te conecta con tu lado infantil. A quién no le he escuchado cantar el gingle una y otra vez. Esta manera de promocionar los servicios es arriesgado pues no muchos se arriesgan a ello debido a lo que trata de vender un servicio que es de cierta manera un valor subjetivo. A mi parecer esta maniobra fue muy acertiva de parte de la compañía, pero si creo sería un error repetirla o peor aún hacer una saga como fue el caso de "es fin de mes, pagaron ya"
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